En las inmediaciones de la localidad destacan las interesantes piedras fecundantes protagonistas de ritos ancestrales vinculados a la fertilidad. En total, existen cinco cuevas artificiales, excavadas en arenisca.
Una buena forma de conocerlas es haciendo un pequeño circuito para visitarlas. Se podrían dividir en dos zonas: la zona sur del pueblo donde se encuentran la de Pinós y Tolosa (bastante deterioradas) y otra en la zona noreste del pueblo donde se encuentran la cueva de la Ratona y las de Castó I y Castó II. Las cuevas están señalizadas.